miércoles, 20 de noviembre de 2013

 Dos grandes maestros europeos Duchamp y Léger contribuyeron a crear un estado de opinión que permitió que el Pop pudiese desarrollarse, y ello pese a que el arte de ambos sea diametral -mente opuesto. Los artistas posteriores a ambos, en efecto, se dividen en las dos tendencias en las que podría agruparse todo el arte de este siglo: Léger representa la corriente racional, clásica, "limpia", mientras que los sucesores de Duchamp (dadaístas y surrealistas) representan la corriente turbia, irracionalista y romántica. Aun cuando Duchamp, personalmente, fue un artista de la mayor precisión y nitidez, sus ready-made (entre los cuales destaca el célebre urinario colocado al revés y titulado Fuente) y la Gioconda bigotuda titulada L.H.O.O.Q., originaron un modo de expresión más turbio y angustiado. En cuanto a Léger, es curioso comprobar que, como los dadaístas, ha sido generalmente considerado un "antiartista", manifestó repetidamente su interés por las autopistas, la publicidad, las vitrinas y la ciudad de Chicago, símbolo del americanismo.

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